Estos cepillos se pueden realizar con cerdas de acero inoxidable, carbono o latón montadas sobre una base de madera que sirven la limpieza de materiales de aluminio, cobre, acero inoxidable y metales no ferrosos. Se fabrican en forma recta con un mango curveado o recto, dependiente la necesidad.
Estos cepillos se utilizan para remover el óxido, pintura, incrustaciones y soldadura. Las principales aplicaciones para este tipo de cepillos son para limpiar roscados, escofinas, piezas metálicas y fundiciones. El trabajo adecuado de este producto son trabajos manuales.